domingo, 29 de abril de 2012

Botticelli


(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.
Uno de ellos fue Filippo Lippi, maestro e inspirador de la obra de Botticelli. Éste comenzó su trayectoria artística con obras de temática religiosa, en particular vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un gran vigor compositivo.En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.Fue toda una novedad en aquella época realizar obras de gran formato que no fueran de temática religiosa, y ello se debió seguramente a la vinculación del mecenas con la filosofía neoplatónica, cuyo carácter simbólico debían reproducir las obras encargadas. De ellas se han realizado interpretaciones de enorme complejidad, que van mucho más allá de su gracia evocadora.

El nacimiento de venus



Gregorio Fernandez


(Sarria, España, 1576-Valladolid, 1636) Escultor español. No está documentado con seguridad su origen gallego ni el período de su formación. Sólo se sabe que a partir de 1605 estaba activo en Valladolid, donde contaba ya con taller propio, lo cual no excluye que trabajase como ayudante en otros talleres antes de esa fecha. Fue uno de los grandes maestros de la escultura religiosa en madera policromada de la llamada escuela castellana de los siglos XVI-XVII. Heredó de Juan de Juni la tradición de las imágenes religiosas cargadas de dramatismo, pero incorporó al lenguaje de su antecesor un mayor naturalismo.
De hecho, Gregorio Fernández evolucionó desde una primera etapa bastante vinculada al período anterior hasta una segunda fase en la que impuso un gran naturalismo, presente no sólo en los gestos y las actitudes, sino también y sobre todo en la policromía; en este campo, exigió a los policromistas que trabajaron para él el abandono del oro y los tonos brillantes tan en boga hasta entonces para iluminar las figuras con colores inspirados en el natural.Creó varios tipos iconográficos (la Inmaculada, santa Teresa, la Magdalena penitente) que fueron después muy imitados y alcanzó un alto grado de virtuosismo en sus realizaciones tanto en los retablos, de gran sobriedad ornamental, como en las figuras aisladas y los pasos procesionales, que suscitaron en su tiempo un gran fervor popular.

Crito yacente



El Cristo Yacente es una de sus obras más célebres, encargada por el duque de Lerma.
Su dominio del cuerpo humano, le conduce a detallar las anatomías matizando la dureza de los huesos, la blandura de la carne, la piel suave, magullada o herida. Trabajada con más realismo que las telas o la almohada donde reposa la cabeza. Aunque en este caso el cuerpo apenas está tapado. La `policromía del conjunto tiende  a que el espectador  centre la atención más en los signos de sufrimiento de Cristo. Regueros de sangre, magulladuras y moratones.
Para conmover la piedad y el sentimiento religioso de los fieles retorna a una expresividad que enlaza con el phatos helenístico, esta intensa expresividad la vemos en el rostro de Cristo muerto: boca entreabierta, dientes de marfil, ojos semicerrados, la cabeza inclinada. También el tratamiento de manos y pies, donde se ve el extremo sufrimiento, es de una gran fuerza expresiva.

martes, 24 de abril de 2012

La flagelacion de cristo


La "Flagelación de Cristo" (en italiano, Flagellazione di Cristo) es una pintura al temple sobre tabla de 59 x 81,5 cm, realizada entre 1444 y 1469 por el pintor italiano Piero della Francesca. Es una de sus obras más conocidas. Esta obra pone de manifiesto que Piero era consciente de las innovaciones arquitectónicas de la época. Está marcado por un aire de sobriedad geométrica. La luz proviene del espectador, es diáfana e ilumina también el recuadro bajo el que está situado Cristo; la extraordinaria fuerza del arte de Piero se encuentra en la maestría con la que usa el color, que en él se transforma en luz, y en la forma, con la que alcanza un gran valor plástico. Gana en abstracción cuanto pierde en movimiento, dando a la representación una fijeza atemporal: la realidad del hecho particular coincide con la totalidad de la realidad, el tiempo coincide con el espacio y lo hace eterno. El resultado expresivo es la impersonalidad, la ausencia de emociones, la calma solemne en la digna severidad manifestada por los personajes representados. Es esa luz clara y fría la que "inmoviliza a las figuras en una expresión impasible y silenciosa" Y van vestidos de forma habitual.

Sacra Conversación


La Sacra Conversación (en italiano, Sacra Conversazione), es considerada obra maestra del pintor renacentistaitaliano Piero della Francesca. También es conocida como Pala de Brera (por conservarse en la Pinacoteca de Brera) o Virgen con el Niño y Santos
En el centro está representada María en un trono, con el Niño Jesús adormecido, y en torno a ellos están los ángeles y los santos. El hombre arrodillado a la derecha, pintado de perfil y armado es comitente, el duqueFederico de Montefeltro. Es el tema iconográfico cristiano conocido como «conversación sagrada», forma relativamente nueva, pues había aparecido a mediados del siglo XV: se colocaba a la Virgen con Niño en el centro, entronizados y bajo palio, y a su alrededor, diversos santos y el comitente de la obra hablan entre sí. El lugar al que iba destinada la obra explica la presencia de

El tributo


El tema del conjunto de frescos es la salvación de la Humanidad operada por Jesucristo a través dePedro. Se narran, por lo tanto, principalmente episodios de la vida de san Pedro, patrón de los marineros y comerciantes del mar. Masaccio representa en un solo espacio tres acontecimientos sucesivos. El fresco yuxtapone tres escenas del Evangelio según Mateo que se desarrollan en el tiempo: Un recaudador de impuestos (el publicano) reclama un tributo a san Pedro. Este acontecimiento ocupa el centro del fresco. Se ve al cobrador, de espaldas, con una túnica roja, que pide el pago del impuesto, y Jesús ordena a Pedro, con un gesto que el apóstol repite, lo que ha de hacer. San Pedro toma una moneda tragada por un pez del lago Tiberíades. Esta escena aparece en el lado de la izquierda. San Pedro paga al publicano, según se muestra en el lado derecho. San Pedro y el publicano están ante un edificio en perspectiva.